El pasado 6 de marzo se celebró la Junta General ordinaria que el Ilustre Decano del Colegio de Abogados había convocado para dar cuenta de su particular relato de acontecimientos del año 2008 sin dar cuenta de frutos de su gestión como el triste fin de la Escuela de Práctica Jurídica y para votar su particular huelga de celo.
La Junta no podría entenderse sin tener en consideración el acuerdo de la Junta Ordinaria de 23 de diciembre de 2008 que significó la baja automática de todos los Letrados del Turno permitiendo a quienes lo deseasen darse de alta antes del 1 de enero de 2009. Desde ese mismo momento la Junta de Gobierno desplegó una estrategia de bloqueo y desactivación del movimiento de dignificación del Turno. Así, y con una clara intención de perjudicar la fuerza de la reivindicación, se amplió el plazo para que cualquiera pudiera darse de alta sin límite temporal alguno y violando al acuerdo que había sido votado por el propio Decano, a pesar de lo cual apenas dos decenas de los trescientos setenta Abogados del Turno se prestaron al boicot. Desde la Junta de Gobierno se denegó la posibilidad de celebrar Juntas Generales extraordinarias para debatir y, en su caso, promover la adopción de nuevas medidas complementarias y progresivas que apoyaran y reforzaran la reclamación de mejora del Turno, al tiempo que se trató de impedir el ejercicio de derechos tan básicos como el de reunión. En los días previos a la celebración de la propia Junta General de 6 de marzo y por medio de una catarata de insidiosas circulares se descalificó a quienes más se han esforzado en la reclamación de las merecidas mejoras. Se sembró igualmente la estupefacción y el temor mediante la interposición de denuncias y, finalmente, se hizo circular un informe sin firma ni fundamento para desánimar al censo colegial.
La principal propuesta sometida a votación consiste en una “huelga de celo” dirigida contra Jueces y Secretarios y cuyo verdadero sentido se negó a aclarar el Ilustre Decano al ser objetivo primero de la Junta de Gobierno llegar a la votación para impedir el debate, coartar las propuestas que no procedieran de la Junta de Gobierno y fomentar de ese modo la confusión, el desgaste y el desánimo entre los colegiados. No es de extrañar que transcurridos varios días la mayor parte de los Abogados no tengan claro en qué consiste la reiterada huelga de celo.
Mediante otra confusa circular en la que se entremezclan llamamientos a la paz y la concordia, muy en la línea de diversas intervenciones de adhesión inquebrantable y loa desmedida que se escucharon en la propia Junta General, con aclaraciones que no se ofrecieron antes de la votación nuestro Ilustre Decano pretende que seamos los Abogados a título individual quienes disputemos ante Jueces y Secretarios exigencias que sólo nos pueden perjudicar a nosotros y a nuestros clientes sin explicar en qué medida pueden favorecer nuestras legítimas reivindicaciones porque la medida aprobada no está planteada para favorecer dichas reivindicaciones sino como objeto de entretenimiento y distracción mientras el censo colegial regresa a su tradicional individualismo y se desactiva la reclamación.
La Junta General fue planteada como demostración de poder y así transcurrió bajo la batuta directora de nuestro Ilustre Decano que combinó, según su particular interés, silencios clamorosos a preguntas y peticiones claras, desprecios absolutos a reiteradas solicitudes de debate abierto conforme lo previsto en los estatutos y provocaciones planificadas para atacar a colegiados que se han significado por su sincera y desinteresada labor en el proceso de reivindicación.
La propia Junta General y los acuerdos en ella adoptados podrán ser adecuadamente combatidos mediante la vía de los oportunos recursos. Motivos no faltan y si prosperan, aunque probablemente tarde en relación con la reclamación de mejora del Turno de Oficio, podrán servir en su día para ilustrar el comportamiento de quienes debiendo dar ejemplo prefirieron enrocarse en sus competencias y en la posesión del micro para hacer del NO su único argumento.
Mientras tanto todos los compañeros que están trabajando y luchando por la mejora del Turno de Oficio lo seguiremos haciendo y continuaremos comprometidos dirigiendo nuestros esfuerzos al estudio, promoción y difusión de medidas que proponer al censo colegial sin desandar el camino ni abandonar a su suerte la reclamación, potenciando la participación de los Abogados en la gestión del Colegio y de los asuntos que nos son propios porque nuestra voluntad es firme y nuestras razones comunes a las del resto de Abogados de Gijón.